HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







martes, 31 de julio de 2012


Anka Zhuravleva

qué, sino apenas una mujer
buceando en las palabras?

domingo, 29 de julio de 2012

L’appel du vide

Francesca Woodman
L’appel du vide:
en francés, la necesidad urgente de saltar desde lugares altos



sábado, 28 de julio de 2012

Als das Kind Kind war...


Cuando el niño era niño
caminaba con los brazos colgantes,
quería que el arroyo fuera río,
que el río fuera torrente, y este charco el mar.

Cuando el niño era niño,
no sabía que era niño,
todo le parecía animado
y todas las almas eran una.

Cuando el niño era niño,
no tenía opinión sobre nada,
no tenía ningún hábito,
frecuentemente se sentaba en cuclillas,
de pronto se echaba a correr,
tenía un remolino en el pelo,
y nunca posaba para tomarle una foto.

Cuando el niño era niño,
era el tiempo de estas preguntas
¿por qué yo soy yo y no soy tú?
¿por qué estoy aquí y por que no allá?
¿cuándo empezó el tiempo y dónde acaba el espacio?
¿es la vida bajo el sol tan solo un sueño?
es lo que veo y oigo y huelo
¿no es solo una ilusión del mundo ante mundo?
Dados los hechos de la maldad y de la gente.
¿existe realmente el mal?
¿cómo es posible que yo, que existo,
no haya sido antes de existir y que alguna vez yo, que existo,
ya no seré quien soy?

Cuando el niño era niño,
le costaba tragar las espinacas, los guisantes, el arroz con leche
y la coliflor al vapor,
y ahora come de todo, no solo por necesidad.

Cuando el niño era niño,
alguna vez despertó en una cama extraña,
y ahora lo hace comtinuamente.
Muchas personas, entonces, le parecían bellas
y ahora solo unas pocas, por pura suerte.

Había visualizado una clara imagen del Paraíso
y ahora, cuando mucho, lo adivina,
no podía pensar una nada
y hoy se estremece ante ella.

Cuando el niño era niño,
jugaba con entusiasmo,
y, ahora, tiene la misma excitación que entonces,
pero solo cuando se trata de su trabajo.

Cuando el niño era niño,
tenía suficiente con comer una manzana, ... y pan,
y aún hoy es así.

Cuando el niño era niño,
las moras le caían en la mano como sólo ellas lo hacen,
y aún hoy es así.
Las nueces frescas le hacían aspera la lengua,
y aún hoy es así.
Tenía, en cada cumbre,
el ansia de un monte mas alto todavía,
y en cada ciudad,
el ansia de una ciudad aun mejor,
y aún hoy es así,
Alcanzaba las cerezas en las ramas más altas de los árboles,
con una euforia que todavía hoy tiene,
era tímido ante los extraños,
y hoy lo sigue siendo.
Esperaba la primera nevada,
y hoy la sigue esperando.

Cuando el niño era niño,
tiró un bastón como lanza contra un árbol,
y éste aún sigue vibrando allí.

Peter Handke. "Canción de la niñez", en El cielo sobre Berlín (1987)

viernes, 27 de julio de 2012

Leonard Cohen - Bοοκ of longing

Tower of Song - Leonard Cohen

lunes, 23 de julio de 2012


Palabras del Subcomandante Marcos en Juchitán, Oaxaca, el 31 de marzo de 2001.
 La tarde se va parpadeando el sofoco de la noche. Las sombras se descuelgan de la gran Ceiba, el árbol madre y la sostenedora del mundo, y van a tomar cualquier lugar para acostar sus misterios. Con la tarde, también se va apagando marzo y no éste que hoy nos sorprende andando con los muchos. Hablo de otra tarde, en otro tiempo y en otra tierra, la nuestra. El Viejo Antonio volvió de rozar la milpa y se sentó a la puerta de su champa. Dentro la Doña Juanita preparaba las tortillas y las palabras. Y como si tal, las fue pasando al Viejo Antonio, adentrando unas y sacando otras, el Viejo Antonio masculló, mientras fumaba su cigarro de doblador,...


 LA HISTORIA DE LA BÚSQUEDA


 "Cuentan nuestros más antiguos sabios que los más primeros dioses, los que nacieron el mundo, las nacieron a casi todas las cosas y no todas hicieron porque eran sabedores que un buen tanto tocaba a los hombres y mujeres el nacerlas. Por eso es que los dioses que nacieron el mundo, los más primeros, se fueron cuando aún no estaba cabal el mundo. No por haraganes se fueron sin terminar, sino porque sabían que a unos les toca empezar, pero terminar es labor de todos. Cuentan también los más antiguos de nuestros más viejos que los dioses más primeros, los que nacieron el mundo, tenían una su morraleta donde iban guardando los pendientes que iban dejando en su trabajo. No para hacerlos luego, sino para tener memoria de lo que habría de venir cuando los hombres y mujeres terminaran el mundo que se nacía incompleto.


 Ya se iban los dioses que nacieron el mundo, los más primeros. Como la tarde se iban, como apagándose, como cobijándose de sombras, como no estando aunque ahí se estuvieran. Entonces el conejo, enojado con los dioses porque no lo habían hecho grande a pesar de haber cumplido con los encargos que le hicieron (changos, tigre, lagarto), fue a roer la morraleta de los dioses sin que éstos se dieran cuenta porque ya estaba un poco oscuro. El conejo quería romperles toda la morraleta, pero hizo ruido y los dioses se dieron cuenta y lo fueron a perseguir para castigarlo por su delito que había hecho. El conejo rápido se corrió. Por eso es que los conejos de por sí comen como si tuvieran delito y rápido se corren si ven a alguien. El caso es que, aunque no alcanzó a romper toda la morraleta de los dioses más primeros, el conejo siempre sí alcanzó a hacerle un agujero. Entonces, cuando los dioses que nacieron el mundo se fueron, por el agujero de la morraleta se fueron cayendo todos los pendientes que había. Y los dioses más primeros ni cuenta que se daban y entonces se vino uno que le llaman viento y dale a soplar y a soplar y los pendientes se fueron para uno y otro lado y como era de noche ya pues nadie se dio cuenta dónde fueran a parar esos pendientes que eran las cosas que había que nacer para que el mundo fuera completo.


 Cuando los dioses se dieron cuenta del desbarajuste hicieron mucha bulla y se pusieron muy tristes y dicen que algunos hasta lloraron, por eso dicen que cuando va a llover primero el cielo hace mucho ruido y ya luego viene el agua. Los hombres y mujeres de maíz, los verdaderos, oyeron la chilladera porque de por sí cuando los dioses lloran lejos se oye. Se fueron entonces los hombres y mujeres de maíz a ver por qué se lloraban los dioses más primeros, los que nacieron el mundo, y ya luego, entre sollozos, los dioses contaron lo que había pasado. Y entonces los hombres y mujeres de maíz dijeron "Ya no lloren ya, nosotros los vamos a buscar los pendientes que perdieron porque de por sí sabemos que hay cosas pendientes y que el mundo no estará cabal hasta que todo esté hecho y acomodado" Y siguieron diciendo los hombres y mujeres de maíz: "entonces les preguntamos a ustedes, los dioses más primeros, los que nacieron el mundo, si es que se acuerdan un poco de los pendientes que perdieron para que así nosotros sepamos si lo que vamos encontrando es un pendiente o es algo nuevo que ya se está naciendo".



Los dioses más primero no contestaron luego porque la chilladera que se traían no les dejaba ni hablar. Y ya después, mientras tallaban sus ojos para limpiar sus lágrimas, dijeron: "Un pendiente es que cada quien se encuentre".

Por esto es que nuestros más antiguos dicen que, cuando nacemos, nacemos perdidos y que entonces conforme vamos creciendo nos vamos buscando, y que vivir es buscar, buscarnos a nosotros mismos.

Y ya más clamados, siguieron diciendo los dioses que nacieron el mundo, los más primeros: "todos los pendientes de nacer en el mundo tienen qué ver con éste que les decimos, con que cada quien se encuentre. Así que sabrán si lo que encuentran es un pendiente de nacer en el mundo si les ayuda a encontrarse a sí mismos".

"Está bueno", dijeron los hombres y mujeres verdaderos, y se pusieron luego a buscar por todos lados los pendientes que había que nacer en el mundo y que les ayudarían a encontrarse.
El Viejo Antonio termina las tortillas, el cigarro y las palabras. Se queda un rato mirando a un rincón de la noche. Después de unos minutos dijo: "Desde entonces nos la pasamos buscando, buscándonos. Buscamos cuando trabajamos, cuando descansamos, cuando comemos y cuando dormimos, cuando amamos y cuando soñamos. Cuando vivimos buscamos buscándonos y buscándonos buscamos cuando ya morimos. Para encontrarnos buscamos, para encontrarnos vivimos y morimos":

- ¿Y cómo se le hace para encontrarse a uno mismo? -, pregunté.
El Viejo Antonio me quedó mirando y me dijo mientras liaba otro cigarrillo de doblador:
Un antiguo sabio zapoteco me dijo cómo. Te lo voy a decir pero en castilla, porque sólo quienes se han encontrado pueden hablar bien la lengua zapoteca que es flor de la palabra, y mi palabra apenas es semilla y otras hay que son tallo y hojas y frutos y ese encuentra quien es completo. Dijo el padre zapoteco:

"Primero andarás todos los caminos de todos los pueblos de la tierra, antes de encontrarte a ti mismo"

("Niru zazalu´ guiráxixe neza guidxilayú ti ganda guidxelu´ lii")
Tomé nota de lo que me dijo el Viejo Antonio aquella tarde en que marzo y el día se apagaban. Desde entonces he andado muchos caminos pero no todos, y aún me busco el rostro que sea semilla, tallo, hoja, flor y fruto de la palabra. Con todos y en todos me busco para ser completo.

En la noche de arriba una luz ríe, como si en la sombra de abajo se encontrara.

Se va marzo. Pero llega la esperanza.

Subcomandante Insurgente Marcos.
Juchitán, Oaxaca.
México, 31 de Marzo del 2001.


domingo, 22 de julio de 2012



"Nada igual se ha compuesto nunca, ni sentido nunca, ni sufrido nunca: así sufre un dios, un Dionisios. La respuesta a este ditirambo del aislamiento solar en la luz sería Ariadna... ¡Quién sabe, excepto yo, qué es Ariadna! De todos estos enigmas nadie tuvo hasta ahora la solución, dudo que alguien viera siquiera aquí nunca enigmas. -
Zaratustra define en una ocasión su tarea -es también la mía- con tal rigor que no podemos equivocarnos sobre el sentido: dice sí hasta llegar a la justificación, hasta llegar incluso a la redención de todo lo pasado.
Yo camino entre los hombres como entre los fragmentos del futuro: de aquel futuro que yo contemplo.
Y todos mis pensamientos y deseos tienden a pensar y reunir en unidad lo que es fragmento y enigma y espantoso azar.
¡Y cómo soportaría yo ser hombre si el hombre no fuese también poeta y adivinador de enigmas y el redentor del azar!
Redimir a los que han pasado, y transformar todo «Fue» en un «Así lo quise yo» ¡sólo eso sería para mí redención!"

FNietzsche

miércoles, 18 de julio de 2012

"La historia, con sus intensidades, sus desfallecimientos, sus furores secretos, sus grandes agitaciones febriles tanto como sus síncopes, es el cuerpo mismo del devenir. Hay que ser metafísico para buscarle un alma en la idealidad lejana del origen.”
“El cuerpo: superficie de inscripción de los acontecimientos (mientras que el lenguaje los marca y las ideas los disuelven), lugar de disociación del Yo (al que se trata de prestar la quimera de una unidad substancial); volumen en perpetuo desmoronamiento. La genealogía, como análisis de la procedencia, está, pues, en la articulación del cuerpo y la historia.”

MFoucault 

domingo, 15 de julio de 2012

Sobre la capacidad de olvido

“ Cerrar de vez en cuando las puertas y ventanas a la conciencia; no ser molestados por el ruido y la lucha con que nuestro mundo subterráneo de órganos serviciales desarrolla su colaboración y oposición; un poco de silencio, un poco de tábula rasa de la conciencia, a fin de que de nuevo haya sitio para lo nuevo (...) este es el beneficio de la activa, como hemos dicho, capacidad de olvido, una guardiana de la puerta, por así decirlo, una mantenedora del orden anímico, de la tranquilidad, de la etiqueta: con lo cual resulta visible en seguida que sin capacidad de olvido no puede haber ninguna felicidad, ninguna esperanza, ningún orgullo, ningún presente". 

Friedrich Nietzsche 

sábado, 14 de julio de 2012

Raal Olbinsky
Mi pensamiento ha creado
otra forma de pensar para pensarte.
La ha creado en mí,
como si una sombra se inventara otro cuerpo.

Roberto Juarroz

viernes, 13 de julio de 2012



Las noches dicen aquello de lo que están hechos los días.

Es necesario poder pensar


Foto: Duane Michals

Es necesario poder pensar en la sinuosidad de la memoria, traicionera, no porque olvide, sino porque conserva; de dónde viene el cansancio de los párpados, a veces; por qué esperamos, equivocados de quién, la mirada cómplice; si queremos las cosas de tal modo que queramos que retornen, eternamente; el horror de saberse otra respecto de las otras, que me habitaron; el riesgo de subirse al barco de la incertidumbre; en bienvenir lo porvenir,  desconocido.

miércoles, 11 de julio de 2012
















no cualquier palabra
esa palabra que nos jalona el plexo
que pronta a resbalar de una boca
se sale de foco y ya no importa
lo que importa es la boca
una boca que se vuelve la boca
con unos labios que antes cualesquiera se vuelven ésos
los próximos /los prójimos
ésos los cercanos
ésos los queridos
ésos que dibujan en el aire una palabra
y el calor en el vidrio
una palabra que ya no importa
que ahuecada en los contornos
traza invisible y sin volumen los restos de algo dicho

martes, 3 de julio de 2012


Charles Grogg

¿cómo dejar partir la palabra que me pronuncia
la tácita palabra que nombra los nombres de las cosas
cuando los todos los ojos del tiempo
jueces atentos
dictan su sentencia?