HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







martes, 25 de agosto de 2009

Experiencias de lectura 2


Porque un libro puede ser leído, en principio, de dos maneras: como verdad o como experiencia. Cuando leemos como verdad, pasivamente aceptamos sus afirmaciones como dogmas, quedamos colocados en una situación jerárquica donde “el saber” nos es extraño, y a la deriva de las “buenas” explicaciones o descripciones del autor, para que podamos comprender aquella verdad. En cambio, si leemos un libro como experiencia, cuestionamos y modificamos la relación que establecemos con la verdad. Nos entregamos al vaivén de la lectura, entramos en diálogo y construimos, entre nosotros y el libro, un nuevo lenguaje, que nos dice o nos nombra.
La experiencia de la lectura es, a la vez, una experiencia de pensamiento. Una experiencia de la cual se salga otro, transformado, ya no el mismo, sino diferente.
Una experiencia en donde no importa tanto el contenido de aquello que se lee, sino la relación que establecemos con aquello que dice, lo que nos provoca a pensar lo impensado, a arriesgar un pensamiento imprevisto, aquello que interpela a pensar nuevamente lo que hasta un momento se tiene por cierto.

martes, 18 de agosto de 2009

experiencias de lectura

(Sandro del Prete)

¿Qué es leer sino ese espacio entre lo uno y lo otro, esa bisagra que nos une y nos separa, esa nueva forma que somos juntos? ¿Qué es la lectura, sino perderse en lo Otro, en el Otro, y quedar ya, nuestro sí mismo, atravesado por nuestra diferencia? Desde este lugar es que decimos que siempre leemos lo im-posible, lo que no somos, lo que no esperamos, lo que no escribimos.