HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







jueves, 31 de diciembre de 2015

De fines y comienzos



Después de 3 siglos, ya podemos aseverar que no alcanza sólo con hacer uso público de la Razón: en cuanto no podemos resignarnos a eso de "razonen cuanto quieran, pero obedezcan" (Kant, "Qué es la Ilustración?"). Aunque, de más está decirlo, es fundamental aquello de atreverse a pensar, de atreverse a no dejar que el propio entendimiento se guíe por el entendimiento de otro (hoy bien podríamos decir que el dogma religioso se desplazó al tutelaje de los medios monopólicos de información).

No podemos tomar nuestra libertad a cambio de obediencia sin más. La cosa tal vez pase, entonces, no sólo por hacer uso de nuestra libertad de expresión, sino de ejercer una actitud crítica. La cosa tal vez pase por ese dispositivo crítico que Foucault ubica también en los albores de la modernidad, que consiste en cierto arte de la inservidumbre voluntaria y de la indocilidad reflexiva. En un arte de cómo no ser gobernado de esta forma, con estos objetivos, de esta manera. 

Por tanto, no sólo el uso público y la posibilidad de expresarnos, sin tutelaje, nos brindan la posibilidad de constituirnos en quienes somos, sino la efectiva tarea de pensar cómo resistir a las formas autoritarias de gobierno. De pensar cómo resistir y de resistir mismo, que es una práctica que no consiste simplemente en soportar una carga, sino en ejercer una fuerza contraria.

Ese es mi deseo, hoy, entre los más nítidos. Espero, para otros días que finalizan años, poder, alegremente, escribir un poema -como lo hice otras veces-, o simplemente hacer resonar la canción que he tenido en mente los últimos días. 

Que el próximo año nos encuentre unidos, y por sobre todo, que podamos juntos mantener la memoria y la alegría. Que la adversidad está hecha también para atravesarla armándonos de buenos momentos.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Lo imprevisible como Patria



Alain Laboile








El hombre debe recobrar lo imprevisible como patria.
Lo imprevisible, nada más.
Son entonces los Imprevisibles (antes que los Fundamentales)
los que son objeto de su ansia
Son los Ángeles.
Caballos que dan coses,
tigres que saltan,
delfines que emergen por encima de la superficie centelleante del mar,
tiburones que muerden
buitres que aparecen de pronto en lo alto del cielo,
relámpagos, amores, olas, ciclones,
primaveras perforando la nieve....
Pascal Quignard, "Los desarzonados".

jueves, 26 de noviembre de 2015

resistencias

Tendremos que hacernos fuertes ahí donde se carga de sentido la palabra "resistencia", en el cuerpo, en los cuerpos, en la multiplicidad, en las multitudes. Porque para la voluntad de poder la resistencia no es solamente soportar un peso, como a veces se la piensa, sino ejercer una fuerza contraria. Una fuerza que, como toda otra fuerza, quiere la vida -y no la supervivencia-. Una fuerza que quiere acrecentarse a sí misma, y no sólo conservarse. Tendremos que hacernos fuertes, ahí donde somos fuertes. Llegar a ser los que somos.

madre


No buscar el origen, sino la procedencia, una articulación entre el cuerpo y la historia. Y no sólo los cuerpos por el cobijo uterino, sino también por esos cuerpos en los que día a día se les inscriben múltiples relaciones, extensiones, pérdidas, potenciamientos. Por esos vínculos que nos articulan a otros cuerpos, y por las marcas que nos quedan a todos. Feliz día a mi mamá, que no conoció a la suya, pero que tuvo una abuela con quien produjo esas potencias, porque me dio la mano todas las noches cuando yo quería hablar sobre el origen del universo. De la propia maternidad, casi no puedo decir nada. Eso es puro atravesar cuerpos y afectos.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

"Igual que un viajero que se propone despertar a una hora determinada se abandona tranquilamente al sueño, así también nosotros los filósofos, cuando enfermamos, nos entregamos de cuerpo y alma por un tiempo a la enfermedad, y, por así decir, cerramos los ojos a nosotros mismos. Y al igual que aquel que sabe que algo no duerme, que algo va contando las horas y lo despertará, así también nosotros sabemos que el instante decisivo nos encontrará despiertos, que en ese momento algo emergerá y sorprenderá al espíritu en flagrante, quiero decir, lo sorprenderá en la debilidad o en la conversión o en la entrega o en el endurecimiento o poniéndose lúgubre o como quieran que se llamen todos los estados enfermizos del espíritu que en los días sanos tiene en su contra al orgullo del espíritu".

FNietzsche

martes, 8 de septiembre de 2015

Practicar la verdad en la propia vida


Para los cínicos, la vida consistía en vivir según los principios de una verdad que deviene insoportable, en la medida en que abandona el ámbito de los discursos para encarnarse en la existencia. Se trata, sin más, de otra forma de comprender la verdad: no la verdad del conocimiento, no la verdad de los discursos, sino la verdad de la que podemos dar testimonio con la propia vida. (Para pensar en las propias prácticas académicas, ¿no?) Se trata de una relación con la verdad crítica: en cuanto supone, no hacerse juez de la verdad y la mentira -algo que por demás tiene su punto de emergencia dentro de la dimensión histórica del conocimiento-, sino dar testimonio con la propia vida de una verdad, para transformar el mundo. Para una vida otra. Para otra vida, para otro mundo. Es un trabajo sobre sí mismo, y con los otros. Y esta es, sin más, la tarea que Foucault pensaba que tenía la filosofía: una tarea política, y que llegó a llamar como "militancia filosófica". Algo que deberíamos trasladar a las instituciones, a las prácticas, a los modos en que debatimos, a los modos en que comunicamos nuestro trabajo los investigadores, al modo en que enseñamos quienes somos maestros y profesores.

Las últimas palabras pronunciadas por Foucault, en el último curso que dio en su vida, fueron: "No hay instauración de la verdad sin una posición esencial de la alteridad. La verdad nunca es lo mismo. Solo puede haber verdad en la forma del otro mundo y de la vida otra".

lunes, 7 de septiembre de 2015

Eterna afirmación

"Hay que querer pasar para poder resurgir -de un día a otro. Metamorfosis a través de cien almas -sea esta tu vida, tu destino. Y al final: querer toda esta sucesión una vez más!" 
FNietzsche

jueves, 3 de septiembre de 2015

Revuelta


Nada estable, nada permanente, nada de una identidad colectiva. El acontecimiento puede fotografiarse, y depende tanto de la percepción de la mirada ver en la fotografía algo estático o algo en movimiento.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Nómades

Dice Deleuze:

“Sabemos bien que, en nuestros regímenes, los nómadas no tienen cabida: no se escatiman medios para regularlos, y apenas consiguen sobrevivir. Nietzsche vivió como uno de esos nómadas reducidos a no ser más que su sombra, de pensión en pensión. Pero, por otra parte, el nómada no es necesariamente alguien que se mueve: hay viajes inmóviles, viajes en intensidad, y hasta históricamente los nómadas no se mueven como emigrantes sino que son, al revés, los que no se mueven, los que se nomadizan para quedarse en el mismo sitio y escapar a los códigos”

Muy justo para el día de hoy. Por supuesto, el nomadismo como forma de vida, arriesga la vida misma, por eso se es siempre un sobreviviente cuando se va en el sentido contrario en el que van todos: ése siempre fue el camino más fácil, y sepan tolerar hoy estas palabras, el más mediocre.

Foucault dixit


No soy yo quien te engendra. Son los muertos.
Son mi padre, su padre y sus mayores;
son los que un largo dédalo de amores
trazaron desde Adán y los desiertos
de Caín y de Abel, en una aurora
tan antigua que ya es mitología,
y llegan, sangre y médula, a este día
del porvenir, en que te engendro ahora.
Siento su multitud. Somos nosotros
y, entre nosotros, tú y los venideros
hijos que has de engendrar. Los postrimeros
y los del rojo Adán. Soy esos otros,
también. La eternidad está en las cosas
del tiempo, que son formas presurosas.
JLBorges
Ni la ética aristotélica, ni la kantiana, ni ninguna que conozca han hablado con seriedad de la felicidad: pasaron por alto la lluvia como su condición de posibilidad!

miércoles, 5 de agosto de 2015

En un apartado rincón del universo


"En un apartado rincón del universo, donde titilan innumerables estrellas centelleantes, hubo una vez un astro donde animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el instante más soberbio y falaz de la historia universal"
                                                                                                                FNietzsche




lunes, 3 de agosto de 2015

Indicios sobre el cuerpo


Las marcas, el cuerpo


Cuando el cuerpo nos habla, cuando se vuelve signo, cuando las huellas lo marcan, cuando lo visible es la marca de lo invisible. Le llamamos "enfermedad ". Reducimos así sus expresiones, su elocuencia. La medicina busca aliviar los síntomas, erradicar la anomalía. Pero no le hace preguntas. Así vamos, un poco ciegos, un poco sordos, un poco tontos. No ha llegado la ciencia de su cuidado, ni su filología. No hay traducciones todavía para su lenguaje.

Estar entre varios



"Estar en común, o estar juntos, y aún más simplemente o de manera directa, estar entre varios, es estar en el afecto: ser afectado y afectar. Es ser tocado y es tocar. El 'contacto' -la contigüidad, la fricción, el encuentro y la colisión- es la modalidad fundamental del afecto. Ahora bien, lo que el tocar toca es el límite: el límite del otro - del otro cuerpo, dado que el otro es el otro cuerpo, es decir lo impenetrable (penetrable únicamente a través de la herida, no penetrable en la relación sexual en que la 'penetración' es nada más un tocar que empuja el límite más allá). Toda la cuestión del co-estar reside en la relación con el límite: cómo tocarlo y ser tocado sin violarlo?"
                                                                                                                                         JL Nancy

Asombrarse de lo que un cuerpo puede

"Spinoza no cesa de asombrarse del cuerpo. No se asombra de tener un cuerpo, sino de lo que puede el cuerpo. Y es que los cuerpos no se definen por su género o por su especie, por sus órganos y sus funciones, sino por lo que pueden, por los afectos de que son capaces, tanto en pasión como en acción."

"Los enfermos, del alma tanto como del cuerpo, no nos dejarán, vampiros que son, mientras que no hayan conseguido contagiarnos su neurosis, su angustia, su querida castración, su resentimiento contra la vida, su inmundo contagio. Todo es cuestión de sangre. No es fácil ser un hombre libre: huir de la peste, organizar encuentros, aumentar la capacidad de actuación, afectarse de alegría, multiplicar los afectos que expresan o desarrollan un máximo de afirmación." 
                                                                                                                            GDeleuze

Sobre la verdad

"La verdad no es lo que se dice (ni la relación entre lo que se dice y lo que es o no es). Es lo que se afronta, aquello a lo cual se acepta o no hacer frente. Es la fuerza temible a la cual uno se entrega."
"Si algo se devela en el juramento de la verdad, no es lo que ocurrió, no son las cosas mismas, sino antes bien la desnudez desarmada de quien acepta dejarse embargar por ella, o al contrario, la evasión de quien quiere rehuirla".
"La relación con la verdad no es, por tanto, de una naturaleza diferente de la lucha misma. En cierto sentido, no se despliega en otra dimensión".
                                                                                                                             MFoucault

Café

"El desayuno tiene que tomarse en el bistró, donde, entre los espejos, el petit déjeuner es él mismo un espejo cóncavo entre espejos, que refleja la imagen en miniatura de esta ciudad. En ninguna comida los ritmos sin tan diferentes, desde el gesto mecánico del empleado que toma su vaso de café con leche de un sólo trago en el mostrador, hasta el placer contemplativo con que un viajero vacía lentamente su taza en el intervalo entre dos trenes. Y tú mismo, tal vez, te sientas a su lado, a la misma mesa, en el mismo banco, y sin embargo estás lejos y solo. Sacrificas tu ayuno matinal para tomar o comer algo. Y junto con el café tomas quien sabe cuántas cosas: tomas la mañana, la mañana de ese día y a veces también la mañana perdida de la vida".
                                                                                                                                      WBenjamin

Cuerpo y genealogía

La genealogía, como señala Foucault, es la búsqueda y análisis de la procedencia (Herkunft) y no del origen (Ursprung), y se encuentra en la articulación del cuerpo y la historia. Si algo hemos entendido de la forma de hacer filosofía de Foucault (filosofía, historia, etc.) y su método, no tenemos que reproducirlo, ni intentar resolver las preguntas de la esfinge leyéndolo y releyéndolo. No está entre sus páginas ninguna respuesta.
Habrá que irse a explorar el cuerpo, y las marcas de la historia en él!

Nous y noos

En griego, la palabra "nous" (mente) viene de "noos" (olfato).
"En Ilíada XV, 509, Homero escribió: no hay mejor noos que un cuerpo a cuerpo con el enemigo. (El pensamiento es un cuerpo a cuerpo entre dos diferentes. No hay mejor pensamiento que saltar sobre lo que se desea, es decir, el ataque polarizado, el coito sexual, el duelo mortal)."
PQuignard

Del sí mismo, del cuerpo, del entre


jueves, 16 de abril de 2015

Galeano



Qué tristeza... Fue hace cuatro años. Su visita a Mendoza no nos pasaba desapercibida. Fuimos con los niños a escucharlo al Teatro Universidad, ellos querían tener su Libro de los Abrazos dedicado. Es que todas las noches Gonzalo les leía una historia, de allí, o de las Memorias del Fuego. También estuvimos con él en La Nave, allí gracias al Cara los niños tuvieron una foto con él. Intercambiamos algunas palabras, cuando volvimos a vernos. Dijo algo como que el mundo es un pañuelo doblado para explicar las veces que nos vimos en ese par de días. Finalmente, caminamos nosotros, y muchos mendocinos, junto con él el 24 de marzo de 2011, junto a los hijos, junto a las madres, junto a las abuelas. Por un Nunca Más. Antes de irme de la marcha, le entregué una carta que le había escrito: necesitaba devolverle en palabras lo que sus palabras me habían dado. Claro, salvando las distancias de lo que las mías, quebradizas, dispersas, minúsculas eran respecto de las de él. Al otro día, temprano, me sorprendió su generosidad: me escribía desde el aeropuerto un mail, diciéndome algo de "mi pluma", muy agradecido, y que si quería escribir algo sobre su obra, me enviaría sus libros a mi casa. Y se despedía en ese mail con abrazos voladores. Se sucedió un intercambio breve, pero bonito. Ulises le envió un dibujo escaneado de una de las tapas de sus libros, él le contestó tan amablemente. Dijo que cuando fuera para Montevideo, podríamos encontrarnos en algún café. Después, llegaron los libros. Yo quise escribir algo, pero no estuve a la altura. Me quedó como una tarea pendiente, que todavía tengo que realizar (hay una bonita historia del Subcomandante Marcos sobre los pendientes, que ahora no recuerdo, pero que esta noche voy a leer para Galeano).
Siempre he pensado que Las venas abiertas de América Latina es un libro obligado: es uno de los libros del siglo XX. Un libro que nadie debiera dejar de leer. Entonces se los propuse a los estudiantes en la Facultad de Psicología, para que en grupos presentaran, cada uno, un capítulo. Ahora será un homenaje.
No fui todavía a Montevideo, pero hoy llegué al café, acá en Mendoza, para encontrarme con la noticia de que anoche se ha ido, que murió Eduardo Galeano. No sabía que el café me esperaría con este profundo y triste mensaje. No es la primera vez. Fue también aquí donde recibí el tsunami cuando se fue Luis Alberto. El café tiene cosas para decir, siempre. Para mí, un ritual. Parte de mi relación conmigo misma.
Ya se siente lo que se siente cuando se va uno de los grandes. Desde acá le devolvemos sus abrazos voladores.

miércoles, 21 de enero de 2015

Tristeza