HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







viernes, 27 de diciembre de 2019

La espera


Antes que suene el presuroso timbre
y abran la puerta y entres, oh esperada
por la ansiedad, el universo tiene
que haber ejecutado una infinita
serie de actos concretos. Nadie puede
computar ese vértigo, la cifra
de lo que multiplican los espejos,
de sombras que se alargan y regresan,
de pasos que divergen y convergen.
La arena no sabría numerarlos.
(En mi pecho, el reloj de sangre mide
el temeroso tiempo de la espera).
Antes que llegues,
un monje tiene que soñar con un ancla,
un tigre tiene que morir en Sumatra,
nueve hombres tienen que morir en Borneo.
Jorge Luis Borges

jueves, 26 de diciembre de 2019

Recobrar lo imprevisible


El hombre debe recobrar lo imprevisible como patria.
Lo imprevisible, nada más.
Son entonces los Imprevisibles (antes que los Fundamentales)
los que son objeto de su ansia.
Son los Ángeles.
Caballos que dan coses,
tigres que saltan,
delfines que emergen por encima de la superficie centelleante del mar,
tiburones que muerden
buitres que aparecen de pronto en lo alto del cielo,
relámpagos, amores, olas, ciclones,
primaveras perforando la nieve....

Pascal Quignard, "Los desarzonados"