HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







lunes, 31 de diciembre de 2012

31 de diciembre

‎"31 de diciembre: El viaje de la palabra.En el año 208, Serenus Sammonicus escribió en Roma un libro, 'Asuntos Secretos', donde revelaba sus descubrimientos en el arte de la sanación. Este médico de dos emperadores, poeta, dueño de la mejor biblioteca de su tiempo, proponía, entre otros remedios, un infalible método para evitar la fiebre terciana y espantar la muerte: había que colgarse al pecho una palabra y protegerse con ella noche y día.Era la palabra 'Abracadabra', que en hebreo antiguo quería decir y sige diciendo: ENVÍA TU FUEGO HASTA EL FINAL"
Eduardo Galeano. "Los hijos de los días."

Final de año





Que las cosas ni empiezan ni terminan
que no tienen principios ni finales
que hay que entrarles por el medio

que si hoy es el último día
es a pura voluntad de terminar cosas y empezar otras
que necesitamos del ritual de la muerte y del nacimiento   
no para sobrevivirnos
sí para volvernos otros
para evaluar y evaluarnos en un tiempo
para hacer que todo recomience
otra vez

(“¿Esto era la vida? Bien. ¡Otra vez!” FNietzsche)

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Alicia y el espejo





“-Ahora que si me prestas atención, en lugar de hablar tanto, gatito, te contaré todas mis ideas sobre la casa del espejo. Primero, ahí está el cuarto que se ve al otro lado del espejo y que es completamente igual a nuestro salón, sólo que con todas las cosas dispuestas a la inversa... todas menos la parte que está justo del otro lado de la chimenea. ¡Ay, cómo me gustaría ver ese rincón! Tengo tantas ganas de saber si también ahí encienden el fuego en el invierno... en realidad, nosotros, desde aquí, nunca podremos saberlo, salvo cuando nuestro fuego empieza a humear, porque entonces también sale humo del otro lado, en ese cuarto... pero eso puede ser sólo un engaño para hacernos creer que también ellos tienen un fuego encendido ahí. Bueno, en todo caso, sus libros se parecen a los nuestros, pero tienen las palabras escritas al revés: y eso lo sé porque una vez levanté uno de los nuestros al espejo y entonces los del otro cuarto me mostraron uno de los suyos.
 
-¿Te gustaría vivir en la casa del espejo, gatito? Me pregunto si te darían leche allí; pero a lo mejor la leche del espejo no es buena para beber... pero ¡ay, gatito, ahí está ya el corredor! Apenas si puede verse un poquitifo del corredor de la casa del espejo, si se deja la puerta de nuestro salón abierta de par en par: y por lo que se alcanza a ver desde aquí se parece mucho al nuestro sólo que, ya se sabe, puede que sea muy diferente más allá. ¡Ay, gatito, qué bonito sería si pudiéramos penetrar en la casa del espejo! ¡Estoy segura que ha de tener la mar de cosas bellas! Juguemos a que existe alguna manera de atravesar el espeio; juguemos a que el cristal se hace blando como si fuera una gasa de forma que pudiéramos pasar a través. ¡¿Pero, cómo?! ¡¡Si parece que se está empañando ahora mismo y convirtiéndose en una especie de niebla!! ¡Apuesto a que ahora me sería muy fácil pasar a través! --Mientras decía esto, Alicia se encontró con que estaba encaramada sobre la repisa de la chimenea, aunque no podía acordarse de cómo había llegado hasta ahí. Y en efecto, el cristal del espejo se estaba disolviendo, deshaciéndose entre las manos de Alicia, como si fuera una bruma plateada y brillante.”

martes, 18 de diciembre de 2012

Montón de gatos





Para entendidos, Charles Bukowski:

“Es bueno tener un montón de gatos alrededor. Si uno se siente mal, mira a los gatos y se siente mejor, porque ellos saben que las cosas son como son. No hay por qué entusiasmarse y ellos lo saben. Por eso son salvadores. Cuantos más gatos uno tenga, más tiempo vivirá. Si tenés cien gatos, vivirás diez veces más que si tenés diez. Algún día esto será descubierto: la gente tendrá mil gatos y vivirá para siempre. Realmente es ridículo”. 
(Entrevista que le hizo Sean Penn)

domingo, 16 de diciembre de 2012

palabra intraducible


Duane Michals

Mamihlapinatapai: término en Yaghan, lengua de Tierra del Fuego, que se refiere a esa mirada intraducible, inefable, entre dos personas que comparten un mismo deseo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Hijos





Los hijos no nos pertencen. Aunque culturalmente las madres los crean de su propiedad, parte de su cuerpo y en los juegos del lenguaje se los nombre con posesivos, no son nuestros. No son la carne que nos continúa, como si algo de nosotros hubiera en ellos, aunque las palabras nos lo permita decir y nos engañen respecto de ello. Hemos sido para ellos un tránsito, un puente. Ellos, son otros. Nacen otra vez al mundo, cuando se hacen a sí mismos, se configuran para alcanzarse otros, diferentes. Y por eso, qué emoción más extraña nos invade cuando alcanzan algo para sí mismos. Cuando se muestran ellos. Cuando efectivamente el parto acontece en ese "partir" y separarse para ser otro. Cuando ese partir es un partir hacia lo incierto. A pesar de todo, nótese la imagen. Se puede jugar al juego de las diferencias!