HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







sábado, 22 de septiembre de 2012

interioridad de las letras




Dubuffet














¿cómo robarle a la expectación estética frente a lo bello o a lo horroroso,
la posibilidad de ver sin leer
es decir
de ver sin mirar
de saltar adentro de las letras que, 
dibujadas,
nos raptan hacia su interioridad?
 

lunes, 17 de septiembre de 2012

Desembarazarme de mis pensamientos

Adreea Anghel


"¿Y por qué escribes entonces? ¡Ay, querido amigo! Te diré, para que quede entre nosotros, que no he descubierto otro medio de desembarazarme de mis pensamientos. ¿Y por qué quieres desembarazarte de ellos? ¿Que por qué quiero? ¿Es que yo lo quiero? No tengo más remedio. ¡Basta, basta!"

FNietzsche

La duración del sueño

"¡Cuan maravilloso y nuevo a la vez cuán terrible e irónico me siento con mi conocimiento acerca de la totalidad de la existencia! He descubierto para mí que la vieja humanidad y animalidad, que incluso la totalidad de los tiempos primigenios y el pasado de todos los seres sensibles continúa poetizando en mí, amando, odiando, sacando conclusiones –de pronto desperté en medio de este sueño, pero só
lo a la conciencia de que precisamente soñaba y de que tenía que continuar soñando, para no perecer: así como el sonámbulo tiene que continuar soñando para no despeñarse.(...) La apariencia es para mí lo que actúa y lo viviente mismo, yendo tan lejos en su burla de sí misma como para hacerme sentir que aquí no hay más que apariencia, luces fatuas y baile de espíritus –que entre todos esos soñadores también yo, el “que conoce”, bailo mi baile; que el que conoce es un medio para prolongar el baile terrestre, y que en esa medida forma parte de los maestros de ceremonia de la existencia; que la más excelsa consecuencia e interrelación de todos los conocimientos es y seguirá siendo, tal vez, el medio supremo para mantener en pie la universalidad de las ensoñaciones y el pleno entendimiento de todos estos soñadores entre sí, y también junto a ello, la duración del sueño"

FNietzsche

Impersonal


"A Foucault mismo no se lo percibía exactamente como una persona. Aun en circunstancias insignificantes, cuando entraba a una habitación, ocurría algo parecido a un cambio de atmósfera, una especie de acontecimiento, se producía un campo el
éctrico o magnético, como se prefiera. Esto no excluía en absoluto la dulzura o la comodidad, pero no eran del orden de la persona. Eran una conjunción de intensidad. A veces lo irritaba ser así, producir ese efecto, pero, por lo demás, toda su obra se nutría de ello. Fulgores, destellos, relámpagos, efectos de luz, eran lo visible de él. El lenguaje es un inmenso "hay", en tercera persona, esto es, lo opuesto a la persona".

GDeleuze

jueves, 13 de septiembre de 2012

Pozos profundos

Irene Suchocki

"Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que aguardar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad".
                                                                                                              FNietzsche  

La insoportable levedad de ser


La conciencia cierra sus puertas ante lo insoportable. Nietzsche, con el límite de su cordura mostró de cuánta verdad se es capaz. Los niños ante una situación de miedo, se duermen, o cualquiera, ante una noticia que no quiere escuchar, se desmaya. Son escasas estas experiencias de desujeción. Nuestro mundo occidental se ha ocupado de dar paliativos a todo sufrimiento y todo dolor para hacerlo soportable, para mantenernos “despiertos”, “cuerdos”, “sanos”. No conocemos la experiencia de lo insoportable. Quizás Kundera tuviera razón cuando hablaba de que lo insoportable –para nosotros, hoy- es la levedad del ser.

martes, 11 de septiembre de 2012

Es necesario poder pensar...



Es necesario poder pensar en aprender a decir no, al tiempo que se dice sí a lo que nos potencia; a no darse demasiado toda, demasiado una, demasiado la misma; a reservarse para sí el placer de la soledad; pensar  que nadie sabe lo que un cuerpo puede; que la palabra abismo no es un nombre, sino la experiencia de asomarse a los propios bordes. Es necesario también poder pensar en la capacidad de dar con lo inesperado, en sospechar con milojos lo nuevo que adviene.  

deshacerme los rostros

Foto: Andreea Anghel
















deshacerme los rostros
los que se fueron tallando en la cara
los que se burlan de la memoria, 
insistente en recordar sin la materias; 
los incorporados, los hechos cuerpo
los rostros que marcan mi tristeza
mis ya no, mis todavías
los que parecen no devenir ya
sino fijarse
haber quedado impresos

deshacerme de esos rictus
los que impiden la sonrisa por sorpresa
un llanto explosivo de algún apenas
apenas una palabra
apenas un gesto
apenas un venir de lo esperado, o mejor
un venir de lo inesperado

quedará algo entonces de mí en ese deshacimiento?
en ese ir desapareciendo de los gestos?
será superficie para nuevos rostros, otros, apenas?

Iktsuarpok

Foto: Irene Suchocki


En Inuit – “Salir para ver si alguien está viniendo.”