"Yo he llegado a a pensar que la amistad es un lazo parecido a la unión fatal de los gemelos. Esa peculiar correspondencia de las vocaciones, de las simpatías, de los gustos, de los aprendizajes, de las emociones ata a dos personas y les asigna un mismo destino. Hagan lo que hicieren contra el otro, sus destinos seguirán siendo comunes. Huyan donde huyeren, seguirán sabiendo el uno del otro todo lo que le resulte importante. Ya elijan un nuevo amigo o una nueva amante, no se librarán de sus vínculos sin el permiso secreto y tácito del otro. El destino de estas personas transcurre así, de manera paralela, aunque el uno se aparte del otro y se vaya muy lejos, al trópico, por ejemplo"
Sándor Márai, El último encuentro.