Foto: Noell Oszvald |
Es necesario poder pensar que nadie sabe lo que puede un cuerpo. Y transitamos tantos cuerpos. Pensar que el cuerpo no es lo que se tiene, ni lo que se es. Sino lo que atravesamos. Como el instante, lo que cada vez se nos escapa, inconmensurable, pero el único lugar que nos hace lo que somos y lo que devenimos. Superficie de tránsito y de identidades, el cuerpo, el único lugar donde podemos decir: heme aquí.