La otra noche soñé que estaba por parir, fue muy real: las contracciones, la tensión inusitada de un cuerpo, el propio, atravesado por una fuerza. No era un sueño acerca de un hijo (un hijo es un hijo cuando nació, antes, se escapa a cualquier conceptualización y comprensión que podamos hacer sobre lo que vendrá). Se trató de un sueño que manifestaba la sensación corporal de estar a punto de lanzar una "cosa" desde dentro, con una fuerza que le es propia, sin poder hacer otra cosa que dejarlo pasar. Que ser puente. Que darle el lugar que se viene haciendo. La única explicación que encontré fue que estaba terminando el año, y que tal vez realmente el 2009 sea un año nuevo. Debo estar pariendo lo que todavía no sé. Me entusiasmé con eso de parir una novedad todavía incierta. Así que auguro incertidumbres!!! ¿No es lo mejor que puede augurarse?
domingo, 21 de diciembre de 2008
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