"Miro a alguien a los ojos. Esos ojos bajan ( es el pudor, que es pudor, justamente, del vacío que hay detrás de la mirada) o a su vez me miran. Y pueden mirarme con descaro, exhibiendo su vacío como si por detrás hubiera otro ojo abisal que conoce ese vacío y lo usa como un escondite impenetrable; o una impudicia casta y sin reservas, permitiendo que en el vacío de nuestras miradas sucedan el amor y la palabra".
G. Agamben
jueves, 19 de septiembre de 2019
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