Antes que el sueño (o el terror) tejiera
mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, siempre el mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira, lo ve por vez primera,
simepre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.
Jorge Luis Borges
1 comentarios:
Encontrarse. Este es el motivo de mi comentario. Hay un espacio nuevo en la humanidad que para algunos es menos humano y para otros es una nueva forma de sabernos humanos. Saber que alguien se quedó pensando en mí, es algo muy fuerte. Pero además encontrar ese momento (congelado), que mantuvo a alguien en vilo por un rato solo porque nos encontramos, eso es más fuerte aún. Ni les cuento lo que me sucede cuando ese espacio es internet y la posibilidad de este encuentro en este lugar, parece reducirse. Me encontré aludida en una línea. Me encontré a mí misma porque alguien me encontró y porque en ella me ví un poco. Esa es la maravillosa impresión que me llevo de haber entrado a tu blog.
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