HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







lunes, 30 de junio de 2008

El mar

y una vez y otra vez, y siempre, el mar..... y abismo, y resplandor y azar y viento (para esas dos que estaban y eran ya en un encuentro...).





Antes que el sueño (o el terror) tejiera

mitologías y cosmogonías,

antes que el tiempo se acuñara en días,

el mar, siempre el mar, ya estaba y era.

¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento

y antiguo ser que roe los pilares

de la tierra y es uno y muchos mares

y abismo y resplandor y azar y viento?

Quien lo mira, lo ve por vez primera,

simepre. Con el asombro que las cosas

elementales dejan, las hermosas

tardes, la luna, el fuego de una hoguera.

¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día

ulterior que sucede a la agonía.



Jorge Luis Borges

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Encontrarse. Este es el motivo de mi comentario. Hay un espacio nuevo en la humanidad que para algunos es menos humano y para otros es una nueva forma de sabernos humanos. Saber que alguien se quedó pensando en mí, es algo muy fuerte. Pero además encontrar ese momento (congelado), que mantuvo a alguien en vilo por un rato solo porque nos encontramos, eso es más fuerte aún. Ni les cuento lo que me sucede cuando ese espacio es internet y la posibilidad de este encuentro en este lugar, parece reducirse. Me encontré aludida en una línea. Me encontré a mí misma porque alguien me encontró y porque en ella me ví un poco. Esa es la maravillosa impresión que me llevo de haber entrado a tu blog.

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