HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







miércoles, 19 de noviembre de 2008






"No a todas las cosas les es lícito tener palabras antes del día"

(F. Nietzsche)

5 comentarios:

eltramonta dijo...

Luciano Ortega, un amigo, poeta él de lavida, y titiritero de oficio, mi Hermano en las Palabras, dijo una vez en uno de sus programas, Giros, entonces por la Radio de la UNC, que le había preguntado a su profesor de oratoria en el CUC, para qué servía el "arte de la palabra": "para dominar el mundo", fue la respuesta.
Un abrazón de alma
Osvaldo

Espacio de Literatura Infantil y Juvenil: dijo...

Lindo espacio.
Comparto poesía de Alejandra Pizarnik:
"Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio.
Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo.
Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa"
Cariños

Silvana Vignale dijo...

Osvaldo, sí, la palabra es un arte. Yo creo que esun arte no para dominar el mundo (que lo supone ya establecido, hecho por otros), sino para crear un mundo, o mejor, posibles mundos en los que habitar. Elegir un mundo que habitar no es poca cosa. Por eso habitar la palabra es habitar mundos... los nuestros
saludos
silva

Silvana Vignale dijo...

Silvina, me transportaste unos diez años atrás, cuando pizarnik estaba en mi mesa de luz, y sus palabras rondándome como fantasmas de la lengua...
En el mismo sentido que Osvaldo las palabras de pizarnik en tu teclado: desenterrar mundos y ahcerles un hueco en nuestra existencia, desde el silencio hacia la palabra.
Bello.
besos
silva

UM Científica dijo...

Silvana, escribís y compartís cosas muy interesantes.
Te comento que soy un asiduo lector de filosofía, pero no soy para nada un especialista como vos y la gente que sigue tu blog.

Saludos y seguiré pasando

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