La conciencia cierra sus puertas ante lo insoportable. Nietzsche, con el límite de su cordura mostró de cuánta verdad se es capaz. Los niños ante una situación de miedo, se duermen, o cualquiera, ante una noticia que no quiere escuchar, se desmaya. Son escasas estas experiencias de desujeción. Nuestro mundo occidental se ha ocupado de dar paliativos a todo sufrimiento y todo dolor para hacerlo soportable, para mantenernos “despiertos”, “cuerdos”, “sanos”. No conocemos la experiencia de lo insoportable. Quizás Kundera tuviera razón cuando hablaba de que lo insoportable –para nosotros, hoy- es la levedad del ser.
jueves, 13 de septiembre de 2012
La insoportable levedad de ser
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario