HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







viernes, 7 de marzo de 2014

No defendernos de la vida

Leía recién que para Marguerite Duras la literatura tiene la misión de representar lo prohibido. De decir lo que no se dice normalmente. Que la literatura debe ser escandalosa y que el poeta es en sí mismo ese riesgo. Alguien que contrariamente a nosotros, no se defiende de la vida. 

Y pensaba que todo en nosotros es literatura. Que nuestra subjetividad emerge desde esa narratividad que hacemos de nosotros mismos. Que hacemos literatura cuando intentamos hablarnos, aunque no nos escuchemos. Y pensaba también qué pena aquellos que están más atentos a los relatos de los otros que a los propios. Y qué pena aquellos que prefieren decir lo que se acostumbra a decir normalmente. Y que pena aquellos que no se animan a decir sus verdades. Y mucho más, aquellos que se arrogan una única verdad y la usan para agredir y hasta para matar. 

Ojalá aprendamos a ser como los poetas. Y a no defendernos de la vida.

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