HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







jueves, 7 de agosto de 2008

Laberintos










¡Crearme los propios laberintos!
Los intersticios que recorrer,
las máscaras que usar;
los personajes
y el teatro.
No ser ya la que era:
la misma que recorrió un trayecto.
¡Ser todas y cada una de aquellas
que se animan a lanzarse a los abismos,
a mirar desde las profundidades de las alturas,
siempre y lo suficientemente alta para el rayo!
En el anverso y reverso del tiempo:
poder desplazarme pasado y futuro en la palabra del instante,
fluir en el cambio,
¡enfrentar la invariabilidad de los sistemas y derrotar el proyectar el futuro a costa de totalitarismos!
Sabernos con otros en nuestras obras,
co-autores de una misma canción,
deshacer la trampalengua que nos seduce a traducirnos,
y crear el espacio de nuestro encuentro:
un espacio común de la palabra,
un laberinto para perdernos y quizás encontrarnos
–o no encontrarnos ya más-,
para dar con nuestros ojos que dicen
–aunque sin palabras-
cuando es otra la misma noche.

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