HYPOMNEMATA

Los hypomnemata eran cuadernos de escritura: en ellos se encontraban citas, fragmentos de escrituras o pensamientos del propio espíritu. Constituían una memoria material de las cosas leídas, oídas, pensadas, y se atesoraban en esas páginas desordenadas, heterogéneas. Se trataba de un ejercicio en el pensamiento que no tenía como fin el decir lo indecible, sino captar lo ya dicho, de reunir lo leído. Eran escrituras sobre lecturas, y el fin de las mismas, la constitución de sí mismo. Era una escritura que posibilitaba la transformación de la verdad que nos damos a nosotros mismos. Una escritura que constituía con las propias palabras y las de otros un "cuerpo", como el propio cuerpo de quien, al transcribir sus lecturas, se las apropia y hace suya su verdad.







miércoles, 28 de agosto de 2019

Deuda infinita

El hecho de que la deuda en un momento se vuelva infinita es algo que solamente puede explicarse -como ya lo sabía Nietzsche- desde una genealogía moral: la relación acreedor-deudor es fundadora de nuestra conciencia moral. "Lo prometido es deuda": el modo más exitoso de volver al hombre "gobernable". Pero ya aquella primitiva relación acreedor-deudor instauraba todo el mecanismo de la deuda: que ella se volviera impagable, que se pagara con la existencia toda. Y además, que terminaran pagando quienes no contrajeron la deuda. “¿Qué le sucede al hombre endeudado durante la crisis? ¿Cuál es su principal actividad? La respuesta es muy simple: paga” (Lazzarato).
O en palabras de un poeta persa del siglo XI: "Pretender que el humilde devuelva en oro el plomo que a él le han arrojado, y exigirle que pague una deuda que nunca con nadie ha contraído, es comercio de usura al que nadie está obligado" (Kheyyam).

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